Hace dos días. Amanece grisáceo, más que en los días precedentes, como queriendo participar de la pena agridulce que me embarga al partir de estas tierras luminosas, almendradas de moros y cristianos...
Al pasar por Valladolid, mi pensamiento va al pueblo en el que restan, únicamente, los restos de mi padre y abuelos y la imaginación ayuda...
Echo de menos
el color pajizo
del pueblecito
de mis antepasados,
y el olor a cocido
y las morcellas volando.
3 comentarios:
Únicamente ???
Se te siente un tanto triste a pesar de ser sólo restos...
De esos restos vienes y a esos restos vamos...
Pero no empañemos la luz meditarránea !!!!!!!!!
Un abrazo
En todos los sitios se encuentra belleza y en todos desolación. Son los ojos del alma los que distinguen.
Un abrazo
Gracias por vuestra visita y palabras. Un abrazo a las dos.
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