No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas. (Séneca)

martes, 22 de diciembre de 2009

Cosas mías... (16)


Para Lara.

Con estas tres líneas quiero agradecer a las personas que con sus escritos
han influido e influyen en mi pensamiento.
Espero que tú, algún día, puedas merecer muchas felicitaciones por expresarte
correctamente y añadir algo hermoso a la escritura,
para mejor entendimiento y comprensión entre la gente.

¡Qué bien escribes!
Pues cuanto más te leo,
mejor me siento.


Invierno.

Granizo, nieve,
hielo y un manto blanco
del frío invierno.

Suelo decir que todas las estaciones tienen su encanto, pero es verdad que los que andan y viven por la calle, "los sin techo", no tienen tiempo ni pueden, seguramente, apreciar cada época del año de igual modo, pues bastante tienen con defenderse de las inclemencias del tiempo y de buscarse el sustento.


Y ya que hablamos de estaciones, con otro significado, recuerdo cómo, de crío, me gustaba ir asomado a la ventanilla del tren -eran otras las precauciones de entonces-, para ver el paisaje que, según mi percepción, pasaba rápidamente ante mis ojos; pero más que otra cosa, lo que llamaba mi atención eran las estaciones y apeaderos, tan diferentes y parecidas al mismo tiempo, donde distintas gentes se dedicaban a sus tareas cotidianas.


Escuela "Viuda de Epalza"

No estoy seguro si era el día de hoy, llamado también "de la salud", cuando se iniciaban las vacaciones navideñas. Recuerdo siempre lo que acontecía en mi escuela del Tívoli, Viuda de Epalza en Bilbao, donde los mayores de la escuela representaban, teatralmente, escenas de Navidad y donde, todos, profesores y alumnos cantábamos villancicos. Siento aún el aroma que desprendía la combustión del carbón de coque en la estufa. Eran otros tiempos, claro.

Añoro con simpatía, a aquellos maestros que tanta y tan buena formación me dieron: a Don Damián, el Director, a Don Benito de 3º, a Don Ángel de 5º, no hice 4º, y a Don Amado de 6º y, sobre todo, a mi querida maestra Doña Aurora que, en párvulos, me enseñó a leer y a escribir. A todos ellos, y también a los profes que vinieron después, mi más profundo agradecimiento.

5 comentarios:

anagun dijo...

Qué belleza de la infancia de tu nieta Lara, tan divina ella, a tu propia infancia y ese agradecimiento a tus maestros, pasando por la infantil curiosidad asomado a la ventanilla del tren...Recuerdas la carbonilla en los ojos ? Añoranza y llanto dulce por lo que no volverá !
Gracias x traelo de regreso unos momentos........
Un abrazo muy navideño para los 2 ( y para Lara des baisers tendres, des bijous como dicen ellos ahora...)

jotabede1 dijo...

Ya lo creo que me acuerdo de las dichosas carbonillas que me hacían llorar y me tiznaban la cara, mas son gratos recuerdos. Un abrazo.

MARIOGDECONDICION dijo...

fELIZ nAVIDAD Y UN MUCHÍSIMO MEJOR AÑO PARA TÍ AMIGO, LOS MEJORES DESEOS PARA TODOS LOS QUE TE QUIEREN CON SINCERIDAD, Y PARA LOS OTROS TAMBIEN, TOTAL LO QUE NOS SOBRA ES AMOR, HAY QUE CONTAJIAR MAS GENTE.ABRAZOS.

pepa mas gisbert dijo...

Solo voy a comentar una cosa, que guapa es LARA.

Un abrazo, felices momentos

jotabede1 dijo...

Mario: Gracias por tus palabras. Te deseo lo mejor. Un abrazo.

Alma: Qué voy a decir yo? Lara es poesía pura. Gracias. Un abrazo.