MUJERES QUE ADMIRO... (3)


También admiro a muchos hombres, pero siento predilección por ellas... quizá influido porque en mi familia he estado, cómo decir... "rodeado": mi madre, mi mujer, mis hijas y ahora, ya dos años, mi nieta.

Este verano han estado en casa todas a la vez, juntas, e incluso, se añadió a ellas mi cuñada... así que está claro. Menos mal que este "agobio" dulce, duró poco. Sé que no podré poner aquí a todas, pero las que comento son dignas de admiración, al menos, por mi parte:

Hermanitas de los Pobres

Fué la francesa Juana Jugan (1792-1879) quien, al recoger a la primera anciana ciega y desvalida en 1839, inició esta congregación, hoy internacional, que su única misión es la hospitalidad al servicio de los ancianos necesitados, de ésto doy fé personalmente ya que he sido uno de los muchos voluntarios que han tenido la fortuna de ayudarlas.

La Beata Juana Jugan será canonizada el próximo 11 de Octubre. ¡Felicidades! a todas las Hermanitas... y a todos los Pobres, cada día más, si no ponemos remedio por nuestra parte.

Misioneras de la Caridad

Parece ser que en 1948, cuando la futura Teresa de Calcuta, de 38 años, iniciaba sola y sin medios su nueva andadura fuera del convento, buscó la hospitalidad de las Hermanitas de los Pobres, desde donde comenzó a realizar su labor diaria en los barrios marginales de Calcuta.

La orden, fundada en 1950, tiene actualmente casi 5000 misioneras y actúa en más de 100 países, atendiendo a un sector amplio de los desheredados de la tierra: leprosos, víctimas del sida, refugiados, enfermos mentales, ex prostitutas, niños abandonados, ancianos y convalecientes. Teresa de Calcuta (1910-1997) fue beatificada en 2003.

Para servir a los pobres, hay que ser pobre. (Teresa de Calcuta)

Marguerite Barankitze

Verdadera madre coraje. Africana, soltera, de 52 años y madre de siete hijos adoptados, cuatro de la etnia hutu y tres de la etnia tutsi. Tras sobrevivir a las atrocidades de Burundi y Ruanda y ser testigo a la fuerza del asesinato ante sus ojos de más de setenta personas, fundó un centro de acogida de niños, tanto tutsis como hutus, víctimas de la guerra a los que dedica su vida.

Esta Ong se llama "Maison Shalom" (Casa de la Paz) y hoy tiene tutelados más de 10.000 niños.