Año Viejo - Año Nuevo

... un escribidor (14)


Nunca me ha gustado "absolutizar" ni creer que estoy en posesión de la Verdad, tal como uno puede suponer en ocasiones tentadoras y expresarse como tal, pero aun desconociendo si tiene algo que ver con la famosa teoría de Einstein, suelo afirmar, casi inconscientemente, que todo es relativo.
Como ejemplo de ello, de lo relativo, se pueden escribir, una vez más, algunas de esas frases tan leídas u oídas que ya todos conocemos: el tiempo que dura un minuto depende de en qué lado de la puerta del baño te halles y, también, que un único pelo en la cabeza es poquísimo y, sin embargo, en la sopa es mucho.
Por éso, afirmar que este año ha sido malo (absoluto) no sería del todo cierto al igual que si dijera lo contrario, que ha sido bueno, pues tampoco lo fue del todo y más para una gran parte del mundo.
Recordando y remedando una vieja canción que me agrada, podría decir:

Yo no olvido el año viejo

porque me ha "dejao"

cosas muy buenas:

me dejó unas risas,

algún que otro lloro,

grandes amistades

e ilusiones nuevas...

Quienquiera que seas,

vive siempre con amor,

busca sólo la verdad,

procura ser mejor.

Buen año 2010 para todas las personas de BUENA voluntad y de BUEN corazón (por aquello de la igualdad de género, ja).

Cosas... de otros (3)

¿Qué es "VIRTUAL"?

Cierto día entré apurado y con mucho apetito a un restaurante. Escogí una mesa alejada del barullo porque quería aprovechar los pocos minutos que tenía ese día, utilizándolos para comer y concretar algunas ideas de programación de un sistema que estaba desarrollando, además tenía ganas de planear mis vacaciones, que hace mucho tiempo no sé lo que son.

Pedí una rodaja de salmón con alcaparras y mantequilla, ensalada con zumo de naranja, pues de todos modos, hambre es hambre y régimen es régimen, no? Abrí mi portátil y, al momento, me llevé un susto con aquella voz bajita detrás de mí.

- Señor, me da unas monedas?

- No tengo pequeño.

- Sólo una monedita para comprar un pan.

- Está bien, yo te compro uno.

- Señor pida que le pongan al pan mantequilla y...queso también!

Entonces me doy cuenta de que el pequeño estaba a mi lado.

- Muy bien, pero luego me dejas trabajar, estoy muy ocupado, de acuerdo?

Para variar, mi casilla de correo electrónico estaba llena de e-mails. Quedé distraido leyendo poesías, buenos mensajes y riendo por los chistes y las bromas. Ah! esa música me llevaba a Londres, recordándome un hermoso tiempo pasado.

LLegó mi comida y con ella la realidad. Pedí lo del pequeño y el camarero me pregunta si quiero que el niño sea alejado. Mi conciencia me impide tomar una decisión y le digo "no, está todo bien".

- Déjelo que se quede. Traiga el pan y una comida decente para él.

Entonces el niño se sentó frente a mí y preguntó:

- Señor, qué está haciendo?

- Estoy leyendo e-mails.

- Y qué son e-mails?

- Son mensajes electrónicos enviados por personas vía Internet.

Sabía que él no iba a entender nada y, para evitar más preguntas, dije:

- Es como si fuese una carta, sólo que se envía por Internet.

- Señor, usted tiene Internet?

- Si tengo, es esencial en el mundo actual.

- Y qué es Internet?

- Es un lugar en el portátil donde podemos ver y oír muchas cosas, noticias, música, conocer personas, leer, escribir, soñar, trabajar, aprender. Tiene todo pero en un mundo virtual.

- Y qué es lo virtual?

Decido dar una explicación simplificada, con la certeza de que él poco va a entender y que me va a dejar comer tranquilo.

- Virtual es un lugar que imaginamos, algo que no podemos tocar, alcanzar. Un lugar en el que creamos un montón de cosas que nos gustaría hacer. Creamos nuestras fantasías, transformamos el mundo en casi como quisiéramos que fuese.

- Qué bueno, me gustó!

- Pequeño, ¿entendiste lo que es virtual?

- Sí señor, ¿yo también vivo en este mundo virtual?

- ¿Tú tienes ordenador?

- No, pero mi mundo también es de ese estilo... Virtual! Mi madre pasa todo el día fuera, llega muy tarde y casi que no la veo. Yo lo paso cuidando a mi hermano pequeño que vive llorando de hambre, y le doy agua para que piense que es sopa. Mi hermana mayor sale todo el día, dice que va a vender su cuerpo, pero no lo entiendo pues vuelve siempre con su cuerpo. Mi padre está en la cárcel hace mucho tiempo y yo siempre imagino a toda la familia junta en casa, mucha comida, muchos juguetes en Navidad, y yo yendo a la escuela para ser un gran médico algún día. ¿Esto no es Virtual, señor?

Esperé a que el niño terminase de "devorar" su plato, pagué la cuenta y dí el cambio al pequeño, que me retribuyó con una de las más bellas y sinceras sonrisas que jamás había recibido en mi vida, además con un "Gracias señor, usted es un maestro".

En ese instante, tuve la certeza del virtualismo insensato en que vivimos todos los días, en cuanto a la cruel realidad rodeada de verdad, y hacemos como que no la percibimos.

Nota: Siento desconocer al autor, pero "ésto" sigue siendo auténtico.

... un escribidor (13)

¿Dónde vamos a "arriver"?

Aquí están cinco "elementos" que, como los químicos, combinan entre sí, pero la combinación resultante puede ser, así lo creo yo, muy explosiva; ya se verá.

Parecen, como los tres mosqueteros (en realidad eran cuatro), las cuatro esquinitas de este Pueblo, y pienso yo... ¿No será posible que cambiando sólo cinco gerifaltes y poniendo otros tantos, pero con más fundamento, mejore la situación de cuarenta y cinco millones de personas? ¿Es que no los hay más competentes en este País?

Como decía mi padre "¡estamos rodeados!"
Pues éso, ¡que no nos pase nada!

Cosas mías... (16)

Para Lara.

Con estas tres líneas quiero agradecer a las personas que con sus escritos

han influido e influyen en mi pensamiento.

Espero que tú, algún día, puedas merecer muchas felicitaciones por expresarte

correctamente y añadir algo hermoso a la escritura,

para mejor entendimiento y comprensión entre la gente.

¡Qué bien escribes!

Pues cuanto más te leo,

mejor me siento.

Invierno.

Granizo, nieve,
hielo y un manto blanco
del frío invierno.

Suelo decir que todas las estaciones tienen su encanto, pero es verdad que los que andan y viven por la calle, "los sin techo", no tienen tiempo ni pueden, seguramente, apreciar cada época del año de igual modo, pues bastante tienen con defenderse de las inclemencias del tiempo y de buscarse el sustento.

Y ya que hablamos de estaciones, con otro significado, recuerdo cómo, de crío, me gustaba ir asomado a la ventanilla del tren -eran otras las precauciones de entonces-, para ver el paisaje que, según mi percepción, pasaba rápidamente ante mis ojos; pero más que otra cosa, lo que llamaba mi atención eran las estaciones y apeaderos, tan diferentes y parecidas al mismo tiempo, donde distintas gentes se dedicaban a sus tareas cotidianas.

Escuela "Viuda de Epalza"

No estoy seguro si era el día de hoy, llamado también "de la salud", cuando se iniciaban las vacaciones navideñas. Recuerdo siempre lo que acontecía en mi escuela del Tívoli, Viuda de Epalza en Bilbao, donde los mayores de la escuela representaban, teatralmente, escenas de Navidad y donde, todos, profesores y alumnos cantábamos villancicos. Siento aún el aroma que desprendía la combustión del carbón de coque en la estufa. Eran otros tiempos, claro.

Añoro con simpatía, a aquellos maestros que tanta y tan buena formación me dieron: a Don Damián, el Director, a Don Benito de 3º, a Don Ángel de 5º, no hice 4º, y a Don Amado de 6º y, sobre todo, a mi querida maestra Doña Aurora que, en párvulos, me enseñó a leer y a escribir. A todos ellos, y también a los profes que vinieron después, mi más profundo agradecimiento.

... un escribidor (12)

Siempre deseaba que acabara el curso escolar no sólo por no tener que hacer deberes todos los días, sino porque sabía que iba de vacaciones al pueblo de mis abuelos maternos. LLegábamos en las vísperas de San Juan y la localidad ya se encontraba en plenas fiestas patronales de las que toda la familia disfrutaba con fruición.
Un atardecer, tendría yo entonces ocho años, contemplaba junto con mis primos, desde la barandilla que se asomaba a la plaza de Requejo, el baile que había en la misma. En dicha plaza, que entonces me parecía espaciosa y hoy la encuentro pequeña y recogida, se celebraban todos los eventos festivos que fuera preciso, lo mismo había baile que una feria de ganado vacuno, un concurso de escanciadores de sidra que un festival de tonada asturiana.
Recuerdo que aquella tarde sonaban, entre otras, unas canciones que, hoy en día, siguen siendo, para mí de las más antiguas que conozco y, al mismo tiempo, me agradan.

La primera, Maruzzella, es melancólica, pero las otras dos, como se dice ahora y más para aquellos tiempos, son movidas.



Cuando escuché la siguiente canción, ignoraba que la cantaba también Sofía Loren que luego sería una de mis diosas en la adolescencia.

Por último, esta otra, por aquel entonces, y a mi modo de ver, que consideraba algo gamberra.

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Controversia sobre los crucifijos

Viñeta aparecida en el periódico local El Comercio el pasado día 12.

Cosas mías... (15)




De acuerdo con el título de mi blog, hoy transcribo aquí algunos de mis pensamientos y recuerdos que, con mayor o menor profundidad, han impreso una huella en mi ser. Son sucesos acaecidos en distintos parajes y vivencias habidas a lo largo de mis años que, aunque no demasiados, claro, son unos cuantos.

En poco tiempo,

el curso de la vida

se ha consumado.

Este pensamiento trae a mi memoria conversaciones intensas que mantuve con mi padre al final de su vida y me recuerda la película "Balarrasa" que vi de joven, concretamente la escena en la que el protagonista, al borde de la muerte, grita "¡Mirad mis manos!", y alguien a su lado trata de tranquilizarle diciendo que no tienen nada. Entonces él responde "¡Precisamente por eso, están vacías!" Deseo que no me ocurra algo así.

Luna plateada

en noche veraniega.

Calidez y calma.

Algunos veranos, como otros muchos adolescentes, iba a campamentos en las vacaciones en los que la convivencia con los demás, sin duda alguna, forjaba nuestro carácter y enriquecía el conocimiento, tanto de nosotros mismos como de la naturaleza. Disfruté mucho esa época y tengo gratos recuerdos de aquellos luminosos días, en los que cantábamos junto al fuego, todos en perfecta camaradería. ¿Qué habrá sido de todos ellos?

En el silencio

tañe la gran campana

del monasterio.

Ya de mayor, en los dos años que vivimos en la capital burgalesa, dada la cercanía del lugar, acudíamos a San Pedro de Cardeña, paraje bucólico e idílico, donde el aire límpido y pleno de aromas, elevaba mi espíritu como si de un globo infantil se tratara.

¿Qué tengo que hacer

para poder escribir

un haiku hermoso?

Al escribir estos versos, a modo de haikus, siento cierto sonrojo ya que, recordando lo que leo escrito por personas a las que admiro y que tienen, en mi opinión, facilidad de expresión y belleza en sus palabras, se me aparecen como meras sombras desdibujadas de lo que pretenden ser .

Para LARA

Los granitos de arena que existen en la naturaleza y que son tan pequeñitos, pero que juntos forman grandes extensiones de playas y desiertos son, en realidad, las buenas intenciones e ideas no realizadas de las personas, y que se han solidificado por la pereza y el temor a la opinión de los demás.

... un escribidor (11)

En una viñeta de Máximo leí hace unos días: "Nunca pensé que ser español fuese tan complicado". Estoy de acuerdo, y yo mismo he apuntado alguna vez la posibilidad de dimitir como ciudadano. Me pasa igual que cuando uno se da un fuerte golpe en el llamado hueso de la risa que no sabe si reír o llorar: reír las ocurrencias de los que nos gobiernan o llorar de pena por las consecuencias que acarrean las decisiones de los mismos.

Sólo una muestra (se podían poner muchísimas): En la próspera Extremadura y en la no menos avanzada Andalucía prosperan y avanzan en materia sexual con "Talleres de Masturbación" y esloganes como "El placer está en tus manos". Entendería, sin duda, que hoy fueran las primeras en el ranking de celebración del día de la lucha contra el sida. Lo que hay que oír por tener ... orejas?

los proyectiles

silbando a mi alrededor,

yo, sordo y ciego.

(dedicado a los gerifaltes de turno)

Como decía aquel, no están todas las que son, pero sí son todas las que están.