No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas. (Séneca)

viernes, 26 de marzo de 2010

Moscas mosqueadas (ahuyentadas)

( Fotog. wikipedia)

¡Mi madre! La mosca del vinagre,
o
¡La mosca del vinagre! Mi madre.
Pues no es lo mismo, ¡claro que no!

Ayer leía una revista de hace casi un mes, en la que se entrevistaba a una gran persona y sabia, en mi opinión, como es Don Eduardo Punset, en la que habla, entre otras cosas, de la mosca del vinagre.
Dice el Sr. Punset que dicho animal, lo expreso con todo respeto, "tiene su ADN prácticamente igual que el nuestro y que sueñan en la misma forma que nosotros.
Ahora entiendo lo insignificantes que somos. Somos como moscas mosqueadas, pesadas, y también comprendo por qué siempre he tenido ansias de volar y revolotear por esos mundos, sobre todo, cuando era joven.
***
Hablando el martes con mi cardióloga y con su padre, una eminencia en cardiología ya retirado, les decía que me llama la atención el hecho de que, cuando encontramos personas amigas que hace tiempo no hemos saludado, suele surgir con frecuencia en la conversación las frases "vamos tirando" o "nunca peor" referidas al estado de salud en que nos encontramos. Y claro, no entiendo qué tiramos, ¿es que nos sobra algo? ¿O es que vamos tirando de la vida con esfuerzo? Supongo que esto último. Y por otro lado, lo de "nunca peor", ¿es que no sabemos todos que cada día que pasa vamos a peor y no a mejor, por naturaleza? Así que les dije al doctor y a su hija, mi doctora, que de ahora en adelante yo voy a decir "nunca dolor" y a los dos les pareció oportuna mi ocurrencia, dadas las posibilidades médicas actuales.
***
No sé si lo dijo aquel o fui yo mismo -problemas de mi memoria, quizá unidos a la edad- aquello de que "cuanta menos distancia me queda por recorrer, más despacio camino" que viene a ser algo así como "cuanto menos tiempo de vida tengo, más intensamente vivo cada minuto" Es difícil, desde luego, pues casi siempre, inmersos en la vorágine de la vida no nos detenemos ni un momento a saborear, ser consciente y participar de lo que existe alrededor y de nuestra propia evolución. Esto anterior es la justificación de mi lentitud, creo que para casi todo, siempre voy muy por detrás de lo que acontece, pero no me importa. Creo que es bueno y una suerte que pueda, ahora, tomarme las cosas de esta manera, con tranquilidad.


2 comentarios:

anagun dijo...

qué músicas curiosas te buscas !

jotabede1 dijo...

Como digo en la etiqueta son elucubraciones, quizá sean los primeros sintomas de la primavera, jajaja.
Un abrazo.